Mientras algunos buscan mundos más bonitos, otros los tenemos

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Seguro que si le preguntáis a Rosa Mª Torres, esa que se sienta a mi izquierda, lo corrobora. Es un lujo poder observar cómo nuestras sensaciones físicas, emociones y pensamientos cambian momento a momento, pero más lujo es conocer nuestras raíces, sentir que formamos parte de ellas, aceptarlas, ¡compartir tanta riqueza!

Esta vez nuestro encuentro anual, nuestra salida de práctica veraniega de meditación en la naturaleza de Corbera, ha sido antes y diferente. Cambiamos el anochecer por el amanecer, la luna por el sol, la Mallà Verda por el Clavell y qué os diré yo si estoy en mi casa, pues muchísimo. 

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En primer lugar, ¡gracias por la acogida! El recibimiento que se ofrece a una persona cuando llega a un lugar, aunque en mi época universitaria lo estudié bastante, no es posible sin ciertos factores, lo sé, por ello me dirigí a Lamberto.

Factor 1. Hacía falta un maestro espiritual, Pepe Lorente, sí nuestro director del centre Cel Anterior. Para guiar a una relajación, tanto de cuerpo como de mente, Pepe es excelente con sus instrucciones detalladas en sus ejercicios de Chi Kung y aunque generalmente practicamos en espacio cerrado, el objetivo era conectar con la paz de  la naturaleza con un paisaje idílico de fondo.

Factor 2. Hacía falta un terreno único, sí el entorno de la Casa Rural el Clavell y la gentileza de su propietario, un vecino al que conozco desde hace años. La luz de ese lugar, las impresionantes vistas que yo conocía ¡salpicarían tranquilidad en la actividad que queríamos practicar!

Mis tierras esconden historias vistas y vividas a lo largo de los años, desde el testimonio de un Castillo declarado BIC hasta las panorámicas de un Paraje Natural Municipal denominado Les Fontanelles. Mis tierras conquistan por su diversidad, en la montaña junto al mar. Mis tierras son más que naranjos o arrozales, os lo digo. Y por muy comparables que sean otras arquitecturas, con el ejemplo de la construcción de la Casa Rural el Clavell, demuestran más que formar parte del paisaje, sabia elección.

Factor 3. Hacía falta un público, sí invitamos al nuestro y ¡todo un éxito! Por motivos varios, algunas bajas last minute, pero aún así la presencia de 17 personas.  ¿El resultado? Solo puedo adelantarles que quizá por ganas debamos organizar más planes similares.

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