Piensas que todo lo que pasa por tu mente es real, sin embargo si tú fabricas algo en la mente, este algo es una creencia no una realidad. ¿Me sigues? Por ejemplo, los sueños cuando estamos dormidos son una realidad virtual, no son reales pero se sienten, tienen la virtud de parecer ser exactamente lo que estamos viendo. Descubrir ese espacio en el que no confundimos la apariencia con la realidad, ¡en eso consiste meditar!

Cada vez somos más los participantes en nuestros talleres de meditación que tienen lugar algunos sábados por la tardes, y es que cada vez somos más quiénes buscamos el conocimiento de qué es la mente. Si me pidieras describirla, yo te la compararía con el cielo, bueno creo que muchos también. Un cielo puede estar cubierto de nubes, entonces desconoceríamos que se trata de un espacio abierto luminoso. ¿Acaso las nubes no surgen y se disipan en el cielo? La mente es el espacio esencial en el que todo sucede.

No tenemos que crear el cielo, ¡el cielo ya existe!

Y cuando te sientas y observas, aparecen pensamientos que parecen ser hechos percibidos, aparecen tantas cosas distintas. Con el hábito de meditar creas como una distancia entre ellos y tú. Los ves. Eres testigo de la mente, sin más importancia. No te aferras a ellos porque te confunden, porque te generan ansiedad, porque entonces no estás en el aquí y ahora.